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Republican Era

Época Republicana

The so-called Jesuit block in Santafé –and later Bogotá- initially consisted of a large group of buildings distributed around the church of San Ignacio. It included housing, service, and administrative areas, along with classrooms used to deliver lectures and seminars to students in the College of the Society of Jesus. Following the suppression of the Jesuit order in 1767, their property was split among different institutions and used for a wide range of purposes, such as an arsenal, a prison, and the first public library founded in Santafé.

Tipos de la gente de pueblo Bogotá (1870) by Ramón Torres Méndez. Watercolor on paper. Banco de la República Collection (Bogotá)

Following the Wars of Independence (1810-1819), the former college of the Jesuits was successively used to house a military barrack, the collection of the National Museum, and the National Library of the Republic of New Granada, among others. As for the old church of San Ignacio, it continued to play a pivotal role in the spiritual life of Republican Bogotá, not only as a sacred space where all sorts of religious celebrations were carried out, but also as a cemetery for devout Christians wishing for their dead body to be buried in hallowed grounds. Indeed, in early modern times, indoor burials under consecrated church floors were the norm rather than the exception throughout most of the Christian world, until the practice started to be rejected in connection with the rise of new, enlightened sensitivities from the mid-1700s onwards. Graveyards located in the outskirts of towns and cities were, however, long to be accepted by republican elites and, while what is now known as the Central Cemetery of Bogotá was officially established in 1837, it is likely that members of the local bourgeoisie continued using the floor of San Ignacio for funerary purposes well into the mid-19th century.

Title Image: Place Majeure de Bogotá. Douane (Plaza Mayor de Bogotá. Aduana, 1824) by Roulin, François Désiré. Watercolor on paper. Banco de la República Collection (Bogotá)

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La llamada manzana jesuítica de Santafé -y posteriormente Bogotá- consistió inicialmente en un gran conjunto de edificios distribuidos alrededor de la iglesia de San Ignacio. Incluía viviendas, despachos administrativos y áreas de servicio, así como aulas utilizadas para impartir clases a los estudiantes del Colegio de la Compañía de Jesús. Tras la extinción de la orden jesuita en 1767, sus propiedades se repartieron entre diferentes instituciones de la Corona, utilizándose entonces para fines muy diversos. Así, por ejemplo, el llamado Claustro de las Aulas, actual sede del Museo Colonial, albergó en diferentes tiempos un arsenal, una cárcel y la primera biblioteca pública fundada en Santafé.

Antiguo Modo de Conducir a Los Cadáveres by Ramón Torres Méndez
Antiguo Modo de Conducir a Los Cadáveres by Ramón Torres Méndez. Banco de la República Collection (Bogotá)

Tras las Guerras de la Independencia (1810-1819), el antiguo colegio de los jesuitas fue utilizado sucesivamente para albergar un cuartel militar, la colección del Museo Nacional y la Biblioteca Nacional de la República de Nueva Granada, entre otros. En cuanto a la antigua iglesia de San Ignacio, siguió desempeñando un papel fundamental en la vida espiritual de la Bogotá republicana, no sólo como espacio sagrado en el que se llevaban a cabo todo tipo de celebraciones religiosas, sino también como cementerio para los devotos cristianos que deseaban que su cuerpo fuera sepultado en un espacio sagrado. Sin duda, los enterramientos bajo el suelo consagrado de las iglesias eran la norma, más que la excepción, en la mayor parte del mundo cristiano a lo largo de la Edad Moderna, y fue sólo hasta mediados del siglo XVIII que esta práctica comenzó a rechazarse, principalmente en relación con el auge de nuevas sensibilidades ilustradas. Sin embargo, los cementerios situados en las afueras de pueblos y ciudades tardaron en ser aceptados por las élites republicanas; aunque lo que hoy se conoce como el Cementerio Central de Bogotá se estableció oficialmente en 1837, es probable que los miembros de la burguesía local siguieran utilizando el suelo de San Ignacio con fines funerarios hasta bien entrado el siglo XIX.

Imagen de título: Place Majeure de Bogotá. Douane (Plaza Mayor de Bogotá. Aduana, 1824) por François Désiré Roulin. Acuarela en papel. Colección del Banco de la República (Bogotá)