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Overview of Funerary Contexts

Resumen de los contextos funerarios

Most of the funerary contexts we identified in San Ignacio appear to date back to the 17th and 18th centuries. The earliest graves we uncovered were located in the presbytery of the church; they contained the remains of middle-aged males, who, because they were buried with their heads facing the altar, and their feet facing the nave, can be assumed to have been members of the Jesuit order. As sacred as the presbytery area is in a Christian church, many of these burials appear to have been damaged by a somewhat unsettling practice –this is, the desecration of older graves in order to make room for newer ones. 

3D mold of the right ear of burial 24
3D mold of the ear of a 17th century Jesuit priest buried in the presbytery

Molde en 3D de la oreja de un sacerdote jesuita del siglo XVII enterrado en el presbiterio

Most of the primary graves of the 17th century we recovered at San Ignacio were coated in a thick layer of quicklime plaster, a well-documented funerary practice in early modern times, wrongly thought to accelerate the decomposition of dead bodies. Although we still do not fully understand the exact chemical reactions that this practice may have triggered in bone tissue, what is clear is that quicklime plaster played an important role in the unusual preservation of some of the leather and textile artifacts we found associated with these skeletal remains. In some cases, these plastered graves reveal intimate casts of Jesuit clergymen at the time of their death, such as the shape of the right ear of Individual 24, which we were able to recreate in a 3D model in collaboration with colleagues in the Department of Mechanical Engineering at Los Andes University.   

In the final weeks of our field season, we walked out the door of San Ignacio and crossed into the church’s atrium in order to explore the holy grounds that were traditionally reserved to unprivileged and non-white individuals. Lying under large slabs of sandstone, apparently undisturbed for the past three hundred years, we found the remains of a heterogeneous group of males and females of all ages, haphazardly buried with no obvious ritual protocol. Among them, we recovered the body of a twelve or thirteen-year-old boy, buried in an unusual north-south position, and those of a middle-aged male, from whom we could only rescue the cranium. Ancient DNA analyses carried out on these individuals suggest these might be the first Afro-descendants reported to this date in an archaeological context from colonial Santafé.  

Person buried in a wooden box in the side nave of the church
Secondary burials were found in wooden or metal boxes in the central and west naves of the church

Algunos enterramientos secundarios fueron encontrados en cajas de madera o metal en las naves central y occidental de la iglesia

The analysis of an alternative collection of commingled but well-preserved skeletal remains –which were disposed of in a mass grave during a remodeling of the church in the late 1800s- provided us with an interesting set of comparative data focusing on the Republican period. It presented a rare opportunity to test different bioarchaeological methods for re-ants articulating individuals by context, size, taphonomy, and the presence or absence of different skeletal features and landmarks. Additionally, a subset of the crania from this collection were selected to conduct an analysis of phytoliths in dental calculus. Finally, dental and bone samples for additional stable isotope analyses were also extracted from 9 of these crania, which will provide us with concrete elements to understand dietary practices prevailing among laypeople in late 19th century Bogotá.

Title Image: Primary burials in the presbytery that were placed on top of the original fill of the floor of the church

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La mayoría de los contextos funerarios que identificamos en San Ignacio parecen datar de los siglos XVII y XVIII. Las tumbas más antiguas se encontraron en el presbiterio de la iglesia y contenían los restos de hombres de mediana edad pertenecientes a la orden de los jesuitas, tal como se deduce de su posición con la cabeza hacia el altar. Pese al alto estatus simbólico que se le concede al área del presbiterio dentro de la disposición espacial de una iglesia, sobresale que muchos de estos enterramientos parecen haber sido alterados o profanados ya en tiempos coloniales, como consecuencia de la falta de espacio disponible para ubicar nuevas sepulturas. 

En San Ignacio, la mayoría de las tumbas del período colonial se hallaron recubiertas de una gruesa capa de cal, una práctica funeraria propia de la Edad Moderna, de la que se pensaba, erróneamente, que aceleraba la descomposición de los cadáveres. Aunque todavía no comprendemos del todo los efectos que esta práctica pudo tener sobre la conservación de los restos óseos de la colección, los cierto es que los revestimientos de cal juegan un papel importante en la preservación de algunos de los artefactos de cuero y elementos textiles que encontramos asociados a los enterramientos. En algunos casos, estos sarcófagos de cal llegan a revelar estampas sorprendentes del aspecto que presentaba el cuerpo de los clérigos jesuitas en el momento de su muerte. Este es el caso de la oreja derecha del individuo 24, que pudimos recrear en un modelo 3D en colaboración con nuestros colegas del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Los Andes. 

Both priests buried in the presbytery and laypeople buried in the crossing of the church were covered in wet lime plaster at the time of burial, which created a mold of their dead bodies

Tanto los religiosos enterrados en el presbiterio como algunos laicos enterrados en el crucero de la iglesia fueron recubiertos con cal viva en el momento de su inhumación, lo cual creó moldes del aspecto de sus cuerpos en el momento de su muerte

En las últimas semanas de nuestras excavaciones en San Ignacio, nos dedicamos a explorar el área del atrio, que tradicionalmente le estaba reservada a individuos de bajo estatus social. Aquí, bajo grandes losas de piedra labrada, aparentemente intactas desde más de trescientos años, encontramos los restos de un grupo heterogéneo de hombres y mujeres de todas las edades, enterrados al azar y sin ningún protocolo ritual evidente. Entre ellos, recuperamos el cuerpo de un niño de doce o trece años, enterrado en una inusual posición norte-sur, y los de un varón de mediana edad, del que sólo pudimos rescatar el cráneo. Los análisis de ADN antiguo realizados sobre estos individuos sugieren que podrían tratarse de los primeros afrodescendientes reportados hasta la fecha en un contexto arqueológico de la Santafé colonial.

El análisis de una colección de restos óseos mezclados, pero muy bien conservados, que fueron depositados en una fosa común durante un evento de remodelación de la iglesia hacia finales del siglo XIX, nos proporcionó una fuente de datos comparativos centrados en el periodo republicano. Este análisis representó una oportunidad muy bienvenida de poner a prueba diferentes métodos bioarqueológicos para rearticular individuos con base en elementos contextuales, osteológicos y tafonómicos. Además, se seleccionó un subconjunto de cráneos de esta colección para realizar un análisis de fitolitos en el cálculo dental. Finalmente, también se extrajeron muestras dentales y óseas para análisis adicionales de isótopos estables de 9 de estos cráneos, lo que nos proporcionará elementos concretos para entender las prácticas dietéticas prevalecientes entre la burguesía bogotana de finales del siglo XIX.

Imagen de título: Enterramientos primarios en el presbiterio que fueron puestos sobre los rellenos más profundos del  piso original de la iglesia