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Dietary Practices

Practicas alimentarias

Bioarchaeologists analyze teeth for signs of dental diseases and bone chemistry to understand different aspects of a person’s diet and oral health. At San Ignacio, there is a high prevalence of antemortem tooth loss for both the Colonial and Republican eras as well as dental calculus, which is plaque that has calcified. 

Taking a sample of dental calculus from an individuals buried in San Ignacio
Dental calculus can be analyzed to understand the dietary practices of people in the past.

El cálculo dental puede ser analizado para entender las prácticas alimentarias de personas en el pasado.

Dental pathologies were of particular interest in our bioarchaeological analyses. The high prevalence of antemortem tooth loss observed in the majority of individuals prompted a focused investigation into the dental health of the city’s population. Archaeologist Daniela Trujillo Hassan examined botanical remains in dental calculi and documented pathologies and dental wear patterns to gain a better understanding of oral health conditions and potential dietary influences prevailing among the bourgeoisie of late republican Bogotá. She found evidence of a range of plants, including some that are grown in warmer climates, as well as fragments of carbon and cotton cloth that suggest some people were engaging in new dentistry practices like brushing teeth.  

The popular saying “You are what you eat” is actually somewhat true since what you eat will change your bone chemistry. In collaboration with Dr. Melanie Miller, we analyzed the carbon and nitrogen in a small sample of individuals from both time periods and different areas of the church to understand variations in dietary practices. We found that most people during the Colonial period began to have a diet that is mixed between local plants and those that were brought by Europeans to the Americas. It also seems that the men buried in the presbytery, likely members of the Jesuit order, had a diet that included more meat. This innovative approach allowed for a more comprehensive understanding of the complex interplay between diet, health, and cultural practices during the colonial and Republican periods.

Title Image: Vendedora de carne. Bogotá (1860) by Ramón Torres Méndez. Watercolor on paper. Banco de la República Collection (Bogotá)

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Los bioarqueólogos se dedican a la meticulosa evaluación de las piezas dentales en busca de signos de enfermedades dentales y análisis de la química ósea para comprender diferentes aspectos de la dieta y la salud oral de los individuos. En San Ignacio, se registra una notable prevalencia de pérdida de dientes antemortem tanto en la época colonial como en la republicana, además de la presencia de cálculos dentales, es decir, la calcificación de la placa dental. 

Image of cotton thread found in dental calculus from someone buried at San Ignacio
Fragment of cotton thread found in the dental calculus of a person buried at San Ignacio, photo from Trujillo Hassan (2019)

Fragmento de un hilo de algodón que fue encontrado en el cálculo dental de una persona enterrada en San Ignacio, foto de Trujillo Hassan (2019)

Las patologías dentales fueron de especial interés en nuestros análisis bioarqueológicos. La alta prevalencia de pérdida dental ante-mortem que se observó en la mayoría de los individuos motivó una investigación centrada en la salud oral de la población local. La arqueóloga Daniela Trujillo Hassan examinó microrestos botánicos en cálculos dentales y documentó patologías y patrones de desgaste dental con el ánimo de contribuir a una mejor comprensión de las condiciones de salud oral en relación a las influencias dietéticas que pudieron presentarse entre la burguesía bogotana durante el período republicano tardío. Sus hallazgos evidenciaron una diversidad de plantas, entre las que se incluyen aquellas propias de climas más cálidos, así como fragmentos de carbón y tejido de algodón, lo que sugiere la adopción de nuevas prácticas de odontología, como la limpieza dental.

El conocido dicho “eres lo que comes” guarda una cuota de verdad, ya que la dieta de la vida cotidiana puede dejar huellas en la química de los huesos. En colaboración con la Dra. Melanie Miller, hemos llevado a cabo un análisis del carbono y nitrógeno en una reducida muestra de individuos pertenecientes a ambas épocas y distintas áreas de la iglesia, con el propósito de discernir las variaciones en las prácticas dietéticas. Nuestros resultados revelan que la mayoría de las personas durante el período colonial comenzaron a adoptar una dieta que incluye plantas autóctonas con aquellas traídas por los europeos a América. Además, parece ser que los hombres sepultados en el presbiterio, probablemente miembros de la orden jesuita, seguían una dieta que incluía un mayor consumo de carne. Este enfoque innovador nos llevará a una comprensión más amplia de la compleja interacción entre la dieta, la salud y las prácticas culturales durante los periodos colonial y republicano.

Imagen de título: Vendedora de carne. Bogotá (1860) por Ramón Torres Méndez. Acuarela en papel. Colección del Banco de la República (Bogotá).